APRENDIENDO A COMER DESDE TEMPRANA EDAD
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Saber alimentar adecuadamente a nuestros hijos no es tarea fácil. Son muchas las dudas que nos generan en cada etapa de su crecimiento. ¡Tranquilízate mamá!, aquí te daremos algunos consejos para que tu hijo crezca con una vida sana.
Primero que todo, debes de tener en cuenta que la leche materna es la principal fuente de energía para tu hijo hasta los 2 años de edad. Durante los primeros 6 meses, tu leche le proveerá todos los componentes nutricionales e inmunológicos que necesita para desarrollar mejor su sistema digestivo.
Al séptimo mes, tu hijo puede empezar una alimentación complementaria que debe ser según su madurez fisiológica. En esta etapa es muy importante seguir las recomendaciones que te dé tu médico, pues cada niño es diferente y las necesidades nutricionales pueden variar.
Sin embargo, puedes empezar con papillas de fruta esta es una buena opción para que tu hijo empiece a probar alimentos diferentes a la leche, puedes mezclar las frutas como la naranja, manzana y pera o puedes dársela de una sola fruta. Recuerda que las papillas no van a sustituir los nutrientes de la leche materna.
Las verduras que más se recomiendan son la zanahoria, ahuyama, habichuela, estos alimentos puedes prepararlos en sopas o pedazos pequeños acompañado de algo más. Empieza con pequeñas porciones que sean semisólidas y utilizando cucharas no metálicas para que tu hijo aprenda a masticar.
A partir del 9 mes puede empezar a darle alimentos que tengan una textura un poco más dura como el pan, el queso y las frutas, permítele que las coja con las manos y las explore, puede aumentar la cantidad de alimentos, eso sí en porciones moderadas. Alimentos como el huevo o las fresas, los duraznos son aconsejables dárselos a los niños a partir del año, pues algunos componentes pueden generar alergia en los niños debido a que aún no tienen.
Cuando el niño cumpla el año, ya puedes darle una alimentación más variada incluyendo diferentes grupos de alimentos. Se debe tener presente la preparación de los alimentos, puesto que, el exceso de sal o azúcar puede generar problemas en su sistema digestivo. En esta etapa debes empezar a crear un horario con las comidas según lo hagan en tu casa.
Aquí te dejamos algunas recomendaciones generales:
El niño debe comer entre 5 a 6 comidas diarias, incluyendo refrigerios como frutas, yogurt, cereales.
De vez en cuando puedes darle un plato de solo verduras y cereales.
Ofrecer huevo 2 a 3 veces por semana y pescado.
Derivados de la leche, frutas y verduras siempre deben estar presentes en la alimentación de tu hijo. No excluyas ningún grupo de alimentos.
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