Por eso tenemos que estar preparadas, así es, y esto incluye la alimentación de nuestro recién nacido.
Sabemos que no todos los bebés son iguales y que cada uno tiene necesidades diferentes, normalmente cada uno se regula tomando solo lo que necesita de leche y esto lo pueden hacer alrededor de unas 8 veces por día. Al empezar esta etapa no es necesario crear horarios de comida, deja que el bebé coma solo cuando lo necesite.
Podrás notar que tu bebé tiene hambre ya sea por su llanto o porque empieza a succionarse la lengua, comienza a hacer ruidos, o se lleva el puño a la boca, tenemos que aprender a identificar estas señales para darle de comer a nuestro hijo. A medida que pasa el tiempo el bebé irá creando su propia rutina de alimentación, todo es cuestión de paciencia.
No fuerces a tu bebé a comer más de lo que el quiere, cuando se sienta saciado te lo hará saber pues lo sentirás relajado en tus brazos.
Como madres debemos saber que la leche materna es la fuente de alimentación por excelencia durante los primeros 6 meses de vida, ya que tiene todos los nutrientes que nuestro pequeño necesita, lo que le permitirá crecer saludablemente, además todo lo que la compone ayuda a proteger al bebé de ciertas enfermedades mientras termina el desarrollo de su sistema inmune.
Es importante que durante este periodo hagas visitas constantes donde el pediatra pues, aunque el bebé no presente ningún tipo de síntomas, no está demás monitorearlo para saber que está en óptimas condiciones.
*Abbott reconoce que la leche materna es el mejor alimento para el niño debe ser exclusiva durante los primeros 6 meses de vida para lograr todos los beneficios nutricionales e inmunológicos del lactante menor.