Lo primero que debes hacer es crearle una rutina tanto para la hora de dormir en la noche, como para las siestas durante el día. Esto además de ayudarte en su educación, hará que cuando sea la hora, no luches para conseguir que se duerma y la calidad del sueño sea la ideal.

El otro aspecto importante es la cantidad de horas de sueño. Esto además de afectar su salud, su desempeño, su comportamiento y su lenguaje, influye en la posibilidad de tener o no pesadillas mientras descansa. Además, si duerme las horas que necesita, se beneficiará de la fase del sueño REM, que es la que le ayuda a grabar lo aprendido durante el día en su memoria y le permite a su cerebro recuperarse para estar más dispuesto a aprender cosas nuevas al día siguiente.

Aunque no todos los niños son iguales y unos necesitan dormir más que otros, aquí encontrarás una referencia que te guiará para saber si tu hijo está durmiendo lo suficiente.

Debe dormir entre 10 y 12 horas durante todo el día. De estas, 10 u 11 horas durante la noche y las demás pueden ser en una siesta.

Debe dormir entre 10 y 12 horas durante todo el día. A esta edad ya no necesitan siesta, entonces muchos duermen las horas completas durante la noche.